El calabacín es una verdura de invierno muy apreciada y consumida a nivel mundial debido a sus propiedades nutritivas. España es, a nivel mundial, el quinto país exportador de esta verdura, siendo la Región de Murcia una de las mejores zonas para su cultivo, gracias a las características de sus campos, buen clima, y el cuidado de sus agricultores.
El componente que define al calabacín es el agua, seguido por los hidratos de carbono, conteniendo unos niveles muy bajos de grasas y proteínas. Debido a estas particularidades, y unido a su aporte de fibra, es un alimento idóneo para personas con problemas de sobrepeso.
Contiene vitaminas C, B y A, además de minerales como el magnesio, sodio, yodo, hierro, calcio y potasio. Estas sustancias ayudan al organismo en la fabricación de globulos rojos y blancos, y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. Además poseen acción antioxidante, regula los niveles de agua de las células, así como mejora el funcionamiento intestinal y digestivo.
El calabacín es el ingrediente principal de uno de los platos con más tradición en la Huerta de Murcia: el zarangollo.
También es usual incluirlo en las preparaciones de verduras a la plancha y revuelto de verduras, sin necesidad de pelarlo una vez que esté lavado, aprovechando de esta forma todos sus nutrientes.